Despues de tanta delicia habia que caminar para bajar la panza, como se dice coloquialmente. Asi que recorrimos algunos callejones que ayer no visitamos y evadimos en la medida de lo posible a los vendedores que se nos acercaban. Digo en la medida de lo posible porque terminamos entrando en una tiendita donde venden colchas con bordados y pequeños espejitos, cojines, ropa, en fin, cualquier cosa que uno se pueda imaginar que se puede hacer con telas e hilos. Las colchas estaban hermosas y los precioso mucho mejores que los que nos ofrecia ayer otro chico en una tienda a unos pasos de ahí. Asi que preguntamos por mi color preferido del momento para ver si nos animabamos a llevarnos una colcha para nuestra nueva casa. Nos enseño mil colores, pero ningun anaranjado que me convenciera, ademas es chistoso porque en cuanto entras al cuartito-tienda cierran con una cortina para evitar que los otros vendedores sepan que compraste y a cuanto. Esto complica un poco las cosas, sobre todo cuando lo que importa es el color de lo que vas a comprar, asi que era como un ritual entre que pediamos que abriera un poco para que entrara la luz natural y vieramos el color, y que cerrara para que los otros no supieran el misterio de nuestras compritas. Jajaja! Y como el chiste es vender y el color que queriamos no estaba, se fue a otra tienda a conseguirlo, nos hizo todas las rebajas posibles y como soy un caso perdido, termine comprando dos en lugar de una! Pero eso no se acaba aquí, hasta aquí, todo hubiera estado en el rango de lo normal, cierto? Uno ofrece, otro compra, se hace la transacción y listo.
Ah! Pero aquí todo tiene un grado de misticismo mayor. Para comprarle las dos le dije que lo haria solo si podia pagar con tarjeta, no queriamos quedarnos sin efectivo y tener que hacer otra vez el tour de los ATM's. Dijo: No problema, pero habia que ir a pagar a otro lugar. Yo pense que a otra tienda donde si tuvieran terminal de tarjetas, JAJAJAJAJA! Pobrecita ingenua! Asi que nos dijo que cuando nos fueramos a la terminal, el nos acompañaba para pasar a hacer la transacción de la tarjeta y listo. Pero… nosotros ya teniamos arreglado que la gente del tour del camello nos llevaria a la estacion del tren, asi que el chico de las colchas nos dijo que por favor les dijeramos a ellos que nosotros nos iriamos por nuestro lado porque si se enteraban que ibamos a ir con el a lo de la pagadera le iban a cobrar comision. ¿Comision? Pero, ¿por qué? Nunca entendimos pero eso nos dijo. Asi que la cosa era asi, teniamos que correr a arreglarnos, coger nuestras mochilas, entregar la llave, decirles a los monitos de los camellos que no nos llevaran, caminar a la plaza central y ahí encontrarnos con el chico de las colchas quien tendria listo el tuk tuk y nuestro paquete para irnos a pagar y de ahí a la estacion. Y como diria el chiste, "pues si… pues ¡NO!" El de los camellos nos queria llevar, de camino a la plaza donde estaba tambien el jeep, pasamos por una tiendita donde ayer vimos colchas y unas camisas para Enrique. El chico de ahí con tal de vendernos las camisas dijo que haria los cambios necesarios para que la camisa quedara de acuerdo al gusto de Enrique, a lo cual habiamos accedido, y nos dejo de "tarea" que pensaramos bien en el super descuento que nos estaba dando en una colcha que nos gusto pero que no era del color que yo queria.
Obviamente con todo el ir y venir del safari, se nos fue el avion y no pasamos otra vez con este chico, asi que cuando nos vio pasar ya con maletas salio corriendo con la colcha y nos dijo que si no la ibamos a comprar, le dije que no y saco la camisa de Enrique, le dije que si, que nos la diera y que se la pagaba ahí mismo, pero insistio en que pasaramos para otra vez enseñarnos las colchas y convencernos de que le compraramos una. Le dijimos que no, pregunto el porque, le dije que por que no la queria y se puso furico, nos dijo que el habia visto que el otro monito estaba ya esperandonos en la plaza con un paquete que seguro era de colchas y que si lo que tratabamos era verle la cara de estupido! OSEA!! Me moleste muchisimo y le dije que ya no queriamos ni la camisa y me segui caminando; como que reacciono y dijo que no nos fueramos, que al menos nos lleváramos la camisa, pero era demasiado tarde, Enrique y yo estabamos muy molestos con esa actitud y no entendiamos como se atrevian a tratar asi a un cliente! Asi que nos seguimos derecho.
Pero la historia no se queda ahí, el señor de los camellos iba detrás de nosotros, asi que al llegar a la plaza el chico de las colchas nos hizo una cara de WHAT? Porque vienen con el si yo los voy a llevar! Entre ellos se dijeron algo y nos subimos por fin al tuk tuk que nos tenia reservado el chico de las colchas con nuestro paquete dentro. Tomo camino y llegamos a un Thomas Cook, donde mas bien, yo tenia que sacar el dinero de mi tarjeta para pagarle a el. Le dijeron que tenia que pagar comision, y volteo como para que yo le dijera, ay pobrecito, yo la pago, pero lo unico que pude decir fue: I'm sorry! Para esto ya eran 3:45 pm y nuestro tren salia a las 4, mis nervios estaban empezando a ponerse mal porque ademas la señorita que nos atendio no era muy veloz en sus movimientos.
Enrique me esperaba en el tuk tuk con el chofer y revisaba que realmente las cosas que yo estaba a punto de pagar estuvieran en el paquete azul que nos entrego el monito. Y por que no, mientras esperabamos que la transacción se hiciera este chico me empezó a pedir explicaciones del porque el otro monito se enojo por lo de la colcha y la camisa y que porque el de los camellos siempre si iba con nostros, y que porque llegamos tan tarde a la plaza cuando el tenia un buen rato esperandonos!! OSEA!!!! ¿Cuál es su problema? Ahora resulta que uno no tiene la libertad de escoger a quien, como y cuando se gasta su dinero y ellos quieren hacerte sentir mal porque en lugar de comprarle a ellos le compras a otros. De plano que le dije que no me parecia que presionaran tanto a los turistas, que todo estaba hermoso en Jaisalmer, menos que te atosigaran tanto. Finalmente logramos llegar a la estacion de tren 5 minutos antes de que las ruedas empezaran a caminar, contentos de nuestra estancia pero al mismo tiempo estresados por la vibra tan pesada de los vendedores.
Afortunadamente el tren viene mas o menos vacio. Nos tocaron las camas de hasta abajo lo que nos da mas espacio y tengo conexión para cargar la computadora y escribir tantas cosas que han pasado en este viaje tan magico y mistico.
Enrique se ha dormido ya, parece un bebe con su carita tan en paz. Yo sigo escribiendo y busco mi agenda para saber que es lo que sigue en el siguiente blog.
Namaste,
Lau-raw
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