Hola!
Ya llevamos casi 15 horas de viaje en el tren! Ya son las 7:15 am y ya empezaron a pasar los señores que venden chai. Ya está amaneciendo y otra vez el tren viene casi vacío. Yo ya no tengo sueño, dormí muy rico toda la noche y no pasé frío. Ya puse a cargar la cámara y mis dedos están listos para platicar, así que seguiremos con el recuento del viaje.
A Udaipur llegamos desde Agra (el lugar donde está el Taj-Mahal), tomamos un tren a las 5 pm y llegamos como a las 8 de la mañana a Udaipur. Al llegar, tomamos un tuk tuk prepagado hacia el hotel que ya teníamos reservado. El chofer nos empezó a ofrecer hoteles y tours y finalmente nos convenció de contratarlo por todo el día para que nos llevara a conocer los lugares tradicionales del lugar. No nos cayó muy bien porque era un poco presumido, pero su forma de marketing me gustó porque nos enseñó dos libretas llenas de comentarios sobre sus servicios desde 1997. Llegando al hotel, ya estaba listo nuestro cuarto, así que pudimos tomar un baño y dejar nuestras cosas. El chofer nos esperaría afuera del hotel hasta que estuviéramos listos y desayunáramos. El hotel estaba precioso, muy colorido y con una vista genial de uno de los palacios que están en medio del lago. Hacía un poco de calor y decidimos desayunar en el restaurante del hotel que estaba en el último piso, con una vista increíble y unas minimesas con cojines para que te sientes como en la época de los Maharajás. Nos recomendaron una como tortilla rellena, que es lo que usualmente desayuna ahí la gente y un pot de chai. Estaba buenisimo y después de tomar algunas fotos decidimos emprender nuestro recorrido. Cuando bajamos ya no estaba el señor de la mañana, pero nos dijeron que ese otro que estaba parado esperándonos era el amigo del primero y que él nos iba a llevar. Estuvo mucho mejor porque este señor era mucho más amable y más divertido. Pasamos primero a un hotel con una construcción y unos jardines preciosos. Nos dimos cuenta de que Udaipur es una ciudad mucho más limpia que ninguna de las que habíamos visitado antes. Tiene mucha vegetación y, para nuestra sorpresa, el gobierno local ha impulsado fuertemente la utilización de energías renovables como las eólicas y los páneles solares. De hecho, ya varios tuk tuks usan paneles solares para moverse! Eso nos encantó y nos hizo querer más a esta ciudad.
Luego nos llevó a visitar los jardines que alguna vez fueron de la princesa de Udaipur. Nos impresionó ver el tamaño de algunas de las hojas, eran enormes y como las acababan de regar, se veían muy lindas con las gotas rondando encima de ellas. También había una fuente grande rodeada de elefantes de piedra que por sus trompas escupían agua y muchos, muchos muchachos y muchachas locales como de secundaria y prepa disfrutando el lugar. Me recordó un poco a Chapultepec. Fuimos también a lo alto de una montaña a ver uno de los monumentos a los héroes de la región. Ahí también había mucha gente local y sobre todo, muchos jóvenes. Fue chistoso porque un grupito de chavos, nos pidieron que nos tomáramos una foto con ellos. Creo que se nos notaba mucho lo turistas! Jajaja! J Como la cosa es vender y ganar comisiones, el chofer nos llevó a la zona de ricos y de repente nos dijo que nos estaba llevando a un museo de antigüedades, claro que no!! Era una tienda, si de antigüedades, pero tienda no museo. Había unas puertas de madera tallada muy lindas, elefantes en mármol, replicas miniaturas de los emperadores y algunas colchas tradicionales. No compramos nada y aunque le pedimos al chofer que ya no nos llevara a ninguna tienda porque no era nuestro objetivo hacer compritas, no le importo mucho y nos llevó a un lugar donde hacen pashminas, suéteres y sacos, preciosos sí, pero ca-rí-si-mos. Así como entramos, nos salimos y justo enfrente había una tiendita de libretas, plumas, sombrillas y móviles para el techo. Así que mejor caminamos hacia allá y luego nos metimos en otra tienda de mascadas en las que estuvimos como 1 hora y media! Que cosas tan hermosas!! Repito, soy un caso perdido, y seguro que de mis antepasados tengo una vena por ahí de comerciante, así que entre rebaja y rebaja, terminamos comprando cosas preciosas y a muy buenos precios. Como ya era tarde, el chofer nos llevó a comer a un restaurante muy cerca de ahí. Nos sentamos en un cuartito con cojines y mesa chaparra. La comida estaba buenísima y el servicio muy bueno. Salimos con la barriga llena y el corazón contento y nos fuimos a visitar un cementerio donde están sepultados varios emperadores. Algunas de las tumbas son de mármol, unas enormes, otras mas pequeñas, pero todas con una vaca labrada hasta arriba. Luego fuimos a un templo hinduista muy antiguo y que tiene reliquias de hace más de dos siglos. Como empezaba a atardecer, el chofer nos sugirió dar un paseo en lancha por el lago Pichola en donde están los palacios que ahora fungen como hoteles y restaurantes de lujo. El lago estaba lleno de patos y los palacios se veían impresionantes, sobre todo uno que alrededor tenia unos elefantes tamaño natural labrados en piedra.
De ahí nos llevó a tomar un teleférico que nos subiría a la punta de una montaña para ver la ciudad desde lo alto y como poco a poco se empezaba a iluminar conforme oscurecía. Ahí había un templo también, y a la gente que se acercaba a hacer una reverencia le daban un polvo, que creo que era sal, y luego la gente se lo comía. Nosotros preferimos hacer la reverencia y quedarnos sin probar ese polvo. Estando arriba, empezamos a escuchar los diferentes llamados a rezar de las distintas mezquitas que había en los alrededores. Es increíble escuchar el "lalalalalalalalalala" en cualquier ciudad en la que hemos estado, empiezan a las 6 de la mañana y luego a eso de las 7 de la noche vuelven a hacer el llamado. Aunque los musulmanes no son mayoría aquí, parece que su población es muy activa, y simplemente escucharlos todos los días por lo menos dos veces al día, te recuerda que ahí están y que son parte de la comunidad.
Ya estábamos un poco cansados, así que decidimos regresar al hotel, despachar al tuk tuk, revisar nuestros correos y subir algunas fotos. Pero nooooo, no pude subir nada, fuera de Pune, en donde hasta red inalámbrica teníamos, en los demás lugares la conexión ha sido una tristeza. Salimos a recorrer las callecitas cercanas al hotel, vimos algunos contenedores que tenían la leyenda "green energy", visitamos algunas librerías y nos fuimos a preparar todo para nuestra salida muy temprano rumbo a Jodhpur.
Namasté,
Lau-raw
No hay comentarios:
Publicar un comentario