lunes, octubre 26, 2009

Rawvolution en Santa Monica

¡Hola!

Antes que nada, he de confesar que me encantan los recetarios y que, en particular, los de comida crudivegana se me hacen sumamente creativos y coloridos. Uno de los que he usado durante mi aprendizaje de la comida RAW es el de Matt Amsden llamado Rawvolution.


Este libro está ilustrado con fotografías de la mayoría de las recetas, lo cual me encanta, y en las primeras hojas, cuenta un poco como fue que Matt llegó a la comida crudivegana. De hecho, el cambio que sintió Matt, tanto física como emocionalmente, fue tan grande y tan positivo, que decidió dedicarse a crear recetas y difundir este estilo de vida. Su forma de hacerlo fue a través de su libro Rawvolution y tiempo después, a través de su empresa que envía comida RAW a cualquier lugar dentro de Estados Unidos y a su restaurante llamado Euphoria loves Rawvolution.


Este es un restaurante completamente de comida crudivegana y está en Santa Mónica, California. Nos llamó mucho la atención que la comunidad de Santa Mónica se ve muy diferente a la de una ciudad común de Estados Unidos. En general, se ve que la gente está acostumbrada a caminar más y a llevar un estilo de vida un poco más saludable. Está lleno de estudios de yoga y pilates y no vimos mucha gente obesa. Varias de las tiendas tenían letreros de vender o apoyar productos amigables con el medio ambiente y había varios restaurantes de comida vegetariana y vegana.

Pero bueno, volviendo a nuestra experiencia dentro de
Euphoria loves Rawvolution aquí van mis impresiones:
  • Es un restaurante de corte medio hippie y donde la gente que lo visita parece ya estar muy familiarizado con ese estilo de vida y alimentación
  • Los que atienden son muy amables y en particular una de las chavas, nos dedicó tiempo para explicarnos bien algunos de los platillos y sugerirnos aquellos que eran los favoritos del lugar
  • Los precios, como en casi todo en la comida RAW, rondaban entre los $9 y los $18 USD, con rebanadas de pastel en $7 USD.
  • Las porciones no eran muy grandes
  • Se tardaron un rato en traernos la comida
  • Tenían agua mineralizada y con etiquetas, una decía "Love" y la otra "Peace" y te pedían que hicieras un uso racional de ella para evitar el desperdicio.
  • Cuenta con un área donde venden libros, dvd's, productos orgánicos, nueces, semillas, agave, cocoa, algas marinas y mantequilla de cacao. De hecho, por fin conocí la mantequilla de cacao en su forma natural y aproveché para comprar una para preprarar algunos ricos postres. Ah! también conocí el famoso Irish Moss, un tipo de alga que sirve para gelatinizar y que es muy usado a la hora de hacer algunos pasteles, -también me traje un paquetito-.
  • De calificación le pondría un 8, porque aunque la mayoría de la comida me encantó, creo que por el precio las porciones podrían ser un poco más grandes y el lugar podría estar un poquito más cuidado y con una decoración mejor. Tal vez, podrían simplemente decorar con un poco más de lechugas combinadas para que los platos no se vean tan solitos.
Aquí van algunas de las fotos de la comida que pedimos:

Sushi -- Buenísimo y el aderezo con que lo acompañan es medio agridulce

Creo que estaba relleno de paté de nueces, champiñones, hojas verdes y pepino


Sopa verde -- Nos dijeron que era una de las más densamente nutricionales porque tiene lo que los Raw's llaman "super foods" o súper alimentos. Lo que más me impresionó fue que a mi mamá le encantó con todo y que tenía pedacitos de nori.


La sopa estaba hecha a base de jugo de pepino y tenía trocitos de aguacate, además de otros ingredientes que no recuerdo. A mi papá no lo hizo muy feliz porque el concepto de comer sopa "en frío" no le gustó.

Spaguetti al pesto-- Mmm, rico pero nada del otro mundo, y lo más lindo fue que todos coincidieron en que el que yo hago sabe mejor =') De hecho, yo quería probar el spaguetti Alfredo, pero ya se les había terminado esa salsa y optamos por probar el pesto.


La ultra famosa MattBurguer--- en pan de cebolla, con rawyonesa, catsup y la "carne" de nueces. El pan de cebolla estaba delicioso y con una textura riquísima y la combinación con los otro sabores, la hizo una de las favoritas de todos.


Y de postre, un pastel de dos chocolates para chuparse los dedos.


Fue una gran experiencia y nos quedamos con muchas ganas de regresar, así que estoy segura que en cualquier oportunidad nos escaparemos para seguir descubriendo las maravillas de esta linda ciudad.

Que tengas un excelente día y gracias por visitar mi blog.

Namasté,

Lau-raw =o)

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